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Anfitriona: Hildegard von Bingen |
Comentario Religioso
de
Santa Hildegard
Textos sobre el ministerio del exorcismo
Haciendo un
paréntesis en el tema del Anticristo, siguiendo la petición de
un querido amigo, en los siguientes post realizaré un acercamiento a cuatro autores que tratan el tema del
demonio, específicamente, desde el ministerio del exorcista, que hoy en día
se encuentra tan vilipendiado en la Iglesia y tan explotado en Hollywood.
El
Rehén del Diablo
Malachi
Martin
Sin más rodeo
comienzo por el padre Malachi Martin (1921 -1999) quien también
escribió con el
pseudónimo de Michael Serafian. Ordenado jesuita se dedicó al estudio de la Paleografía en el Instituto Bíblico del Vaticano. Fue
secretario del Cardenal Bea en la época preparatoria del Concilio Vaticano II.
Decepcionado por las reformas excesivas del concilio pidió la dispensa de sus
votos (que solo mantiene el de castidad), trasladándose a New York donde
desarrolló una importante labor como escritor, tanto de novelas como de
tratados. Escribió profusamente sobre el tercer secreto de Fátima y acerca de los
cambios de dirección de la Compañía de Jesús. Se mantuvo firme en la fe
católica y hasta el último día de su vida escribió para llamar a la conciencia
sobre lo que él llamó “uno de los mayores
errores pontificales de este siglo”, es decir, no cumplir con la petición
de la Virgen en Fátima: consagrar a Rusia al Inmaculado corazón de María.
En este post trataremos
sobre uno de sus libros más polémicos y que constituye en sí mismo un verdadero
tratado sobre la labor del exorcista: “El Rehén del Diablo”. Este grueso
volumen, con más de 500 páginas, pasa revista a cinco casos de los que él fue testigo
directo, aunque, confiesa, no ejerció como exorcista. Advierte que los nombres han
sido cambiados y que la Editorial ha confiado plenamente en su testimonio.
El
Libro
El texto tiene varias
partes además de los 5 casos en cuestión, por ejemplo, presenta el caso del
padre Michael Strong quien en China realizó un fallido exorcismo a un conocido
suyo, Thomas Wu. Este sujeto era buscado por la policía del distrito de Nankín,
ya que se le acusaba de asesinar y luego devorar a los cuerpos de varios de sus
vecinos, entre hombres y mujeres. Todo esto ocurría el 13 de diciembre de 1937.
Esta es una fecha bastante importante ya que un día después comenzó la invasión
nipona a este sector. El padre Strong, protagonista de este relato confesó el amargo
paralelismo entre la vacuidad de su enemigo espiritual en los ojos de Thomas Wu
y la locura humana realizada por los japoneses. El clérigo describe:
“La
ciudad se convirtió en un matadero. Grupos de mujeres y hombres eran utilizados
para prácticas de bayonetas y ametralladoras. Otros eran quemados vivos o
lentamente cortados en pedazos. Filas de niños fueron decapitados por los oficiales
samuráis que competían en quién cortaba más cabezas de un solo tajo. Las mujeres
eran violadas por escuadrones y luego muertas. Los fetos eran arrancados vivos
de los vientres de sus madres, descuartizados y echados a los perros.
En
total asesinaron a más de 42 000 personas. La muerte de posesionó de Nankín…
fue como si el espíritu con el que Michael se había enredado en ese microcosmos
que constituía el osario de Thomas Wu, en los suburbios de Nankín –El Señor Cósmico
de la Muerte – hubiera quedado suelto sobre la tierra.”
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Atrocidades cometidas por el ejército nipón en la invasión a Nanking.
Sin duda el Señor Cósmico de la Muerte andaba suelto. |
Contiene además
este libro un breve manual
de exorcismo donde se
exponen los fundamentos
básicos de este ministerio cada vez más
ridiculizado, al punto que,
como se
deja entrever, los
mismos obispos, quienes
deben autorizar su práctica, no lo hacen porque
sencillamente ya no creen
en el demonio.
Los títulos de
los casos a
registrar son muy elocuentes:
1. El
amigo de
Zio y el Sonriente
2. El
padre Huesos y Mister
Natch
3. El
sacerdote virgen y
Desvirgador
4. El
Tío Ponto y el Cocinero de la
sopa de Hongos.
5. El
Gallo y la Tortuga
En la
sección llamada “Manual de Posesión”, el autor establece
las características de los
posesos y de las
formas en que el exorcista
debe acercarse a
ellos. Plantea, a su vez, la
dificultad de hablar hoy de
exorcismos y que no viene de una dificultad con lo sobrenatural sino del
ambiente que quiere eliminar
tanto la concepción cristiana de hombre
como al cristianismo mismo. El
autor dice:
“Para
el Cristianismo la fuente de
la calidad humana de
las personas pasadas, presentes
y futuras, es Jesús de Nazaret. Todas las formas de
posesión, desde la parcial
hasta la perfecta, se
consideran, obviamente, como un
ataque lanzado
simultáneamente contra Jesús,
fuente de la calidad humana, y contra la calidad
humana de la persona, sea
hombre o mujer. El proceso
de la posesión de
un individuo consiste en una erosión de
la calidad humana
que Jesús confiere.”
Se trata de
un enjundioso texto que vale la
pena leer de principio a fin para adentrarse en este tema que algunos
quieren oscurecer, pero que a la vez entrega mucha luz.